De la muerte diríamos nosotros a tan indeseado abrazo para una planta.
Si ya de por si, es difícil tras un mes de castigo en un hogar, que un abeto sobreviva al replantarse en un lugar adecuado, al abrazo perpetuo de la sombra...
No tuvieron la inteligencia y habilidad que se le suponen al ave que da nombre a esta Plaza, quienes eligieran la ubicación de estos ejemplares para su recuperación.
Nos mandan también (dentro de la imagen) un ejemplo de crecimiento de dos árboles distintos y de crecimiento desigual, cuando se plantaron no se vió la incompatibilidad pero a medida que fueron creciendo, el robo de sombra de uno a otro produjo el resultado que se observa en la miniatura... y eran árboles sanos.
Por un pueblo adaptado a todos los vecinos, limpio y sin barreras.